viernes, 16 de octubre de 2009

Patagonia I

Hoy sigo explorando esta zona del sur de Argentina. Puede que no sea tan espectacular como el Parque Nacional de los Glaciares, pero sin duda merece la pena.



Esas carreteras interminables me hechizan. De aquí vengo, hacia allí voy. ¿Alguien puede ver la diferencia?



El paisaje es desértico. No hay agua suficiente para que crezcan árboles, y el fuerte viento, casi huracanado, tampoco ayuda.





El río Santa Cruz, uno de los escasos cursos de agua que atravieso. Esos cielos cubiertos de nubes me matan.




¡Cuidado! Una curva.


Se les acabó la pintura… Hace siglos que no me cruzo con nadie. Nunca estuve más solo en mi vida, ni siquiera en los bosques de Nueva Zelanda.




Algunas señales me hacen gracia. Aquí en Europa todas las obras están en construcción, así que resulta un poco redundante. En otra ocasión encontré otra que ponía zanja abierta. Como si puedieran estar cerradas. Hablamos el mismo idioma, pero con algunas diferencias curiosas.