martes, 1 de septiembre de 2009

Excursión a los glaciares Upsala y Onelli

Fue una de las pocas decepciones del viaje, porque nada más subir al barco nos dijeron que se habían desprendido grandes trozos de hielo y que quizás nos fuera imposible acceder a los glaciares.

Como veréis vosotros mismos en otra entrada, el camino llevaba varias semanas bloqueado. No obstante, decidieron callar y avisarnos cuando ya estábamos en el barco y era demasiado tarde para rehacer los planes, cosa que no me pareció bien.

Es cierto que todos los viajes tienen sus imprevistos y que nada puede hacerse contra la naturaleza, pero lo cierto es que deberían haberlo avisado con tiempo, aun a riesgo de que canceláramos las reservas.

La excursión, espero que lo veáis a través de las fotos, fue impresionante, pero igual que recomiendo lo que me ha gustado, tampoco me callo cuando hay que criticar algo.

Esta mañana amaneció nublada y lluviosa, aunque íbamos preparados para ello. Había hecho amistad con algunos españoles, y a pesar del frío nos hicimos fuertes en la proa del barco, soportando la lluvia y el viento. El premio son estas fotos y unas horas de diversión.

Dejamos el Glaciar Perito Moreno a nuestra izquierda y zarpamos en dirección a la barrera de témpanos y al Glaciar Spegazinni.



El sol intenta abrirse paso entre las nubes sin conseguirlo, mientras navegamos por el Lago Argentino.




En algunos puntos el lago se estrecha. También aparecen los primeros témpanos, arrastrados por la corriente.




Alguno de un intenso color azul.


No penséis que son pequeños, no. Recordad que sólo un diez por ciento es visible sobre el agua y comparad su tamaño con el del barco, que lleva trescientas o cuatrocientas personas.