martes, 24 de noviembre de 2009

La Leona II

Las piedras son de buen tamaño y pesan. Hoy hace mejor día, pero terminará lloviendo, ya lo veréis.



La erosión va desmenuzando estas piezas. ¡Qué lástima! No hay dinero suficiente para conservarlas y sólo las que tienen un interés especial terminan alojadas en un museo. Es de agradecer que al menos se pueda visitar la finca.


Un poco más de paisaje. Amarillo de plantas medio muertas de sed y azul en el cielo.



El agua arrastra las piedras montaña abajo.



Los troncos parecen fustes de columnas griegas destrozadas por un terremoto. Sólo faltan los capiteles.






Éste aún conserva parte del cepellón.


Algunos están en un equilibrio inestable, a punto de despeñarse.




Los hay por todas partes. No puedo decir que me haya defraudado la excursión, todo lo contrario.







Confío en que todas estas fotos os hayan resarcido por la larga espera a la que os he sometido.