lunes, 24 de agosto de 2009

Glaciar Perito Moreno II

Seguimos disfrutando con los paisajes del mini-trecking.






El polvo negro es suciedad de la montaña cercana y el agua es más sólida de lo que parece en las fotos. Caminar con crampones es fácil, sólo hay que separar un poco los pies para evitar pisarse uno mismo con ellos y vigilar donde pone uno los pies.



La silueta del glaciar, recortada contra el cielo e iluminada por el sol es espectacular, y el azul intenso del hielo comprimido atrae como el mejor imán. Por desgracia, al comprimir las fotos el balance de blancos se ve alterado y no quedan como los originales.









De vuelta al campo base podemos apreciar la altura de la pared de hielo, de entre 30 y 50 metros.



Y nos embarcamos de nuevo, esta vez para pasar una hora en las pasarelas. Es muy poco tiempo, pero no me importa, porque volveré a hacerlo dentro de un par de días.




Esta excursión, culminada con un vaso de whisky con hielo del glaciar, me dejó un recuerdo imborrable. Es muy fácil y los guías, que son muy simpáticos, están pendientes de todos.