El día amanece nublado, e incluso caen algunas gotas a mi salida de Bariloche, pero enseguida deja de llover. Los lagos ofrecen hoy una imagen bien distinta. Este es el Nahuel Huapi de las primeras entradas.
Es un buen momento para fotografiar flores, como este rosal silvestre. La luz viene tamizada por las nubes, así que aprovecho, sabiendo que quedarán mejor.
Mientras, voy pasando al lado de varios lagos, todos bastante grandes, como el Mascardi.
La carretera está bordeada de las típicas flores amarillas y, como de costumbre, apenas hay tráfico.
También se encuentran muchas hierbas de color rojo y que apenas levantan un palmo de altura, cuyo nombre desconozco.
Cerca del lago Puelo las nubes me dan un descanso y el sol hace tímidos intentos por salir. Me gustan esas embarcaciones antiguas; me recuerdan a las películas de los años cuarenta y cincuenta, llenas de aventuras en blanco y negro.
El rojo encendido de esta rosa se debe a mis experimentos con el filtro polarizador. Creo que quedó demasiado fuerte.