Seguimos disfrutando con los paisajes del mini-trecking.
El polvo negro es suciedad de la montaña cercana y el agua es más sólida de lo que parece en las fotos. Caminar con crampones es fácil, sólo hay que separar un poco los pies para evitar pisarse uno mismo con ellos y vigilar donde pone uno los pies.
La silueta del glaciar, recortada contra el cielo e iluminada por el sol es espectacular, y el azul intenso del hielo comprimido atrae como el mejor imán. Por desgracia, al comprimir las fotos el balance de blancos se ve alterado y no quedan como los originales.