De vuelta a Bariloche hacemos un alto en la Isla Victoria, un pequeño paraíso en medio del lago.
Un particular se estableció aquí con la intención de convertirla en un coto de caza, pero como la idea no prosperó terminó por cederla al Gobierno, así que ahora la podemos disfrutar todos los turistas.
En la isla hay bosques de inmensos pinos canadienses, árboles de rápido crecimiento. Espero que las fotos den una idea de su altura.
En la isla hay bosques de inmensos pinos canadienses, árboles de rápido crecimiento. Espero que las fotos den una idea de su altura.
También se puede pasear junto a sequoias. Estas son pequeñas, porque sólo tienen ochenta años de vida y aún tienen que crecer mucho. Ya había visto algún ejemplar, pero no tantos como había aquí. Me gustaría volver dentro de mil años y ver cómo han cambiado.
Una vez terminada la visita guiada nos dejan tiempo libre para que vagabundeemos a nuestro antojo. El camino que discurre junto al lago está plagado de flores.