viernes, 23 de enero de 2009

La Garganta del Diablo

La visita desde el lado argentino lleva más tiempo y requiere un poco de organización, porque hay muchas pasarelas y hace falta coger trenes eléctricos que están sujetos a unos horarios. Las colas pueden ser largas y conviene estar un poco antes de la hora.

Una ventaja, que sin embargo yo no utilicé, es que hay varios restaurantes estilo buffet dentro del parque y algo de sombra donde guarecerse del sol y descansar un poco.

La Garganta del Diablo es en mi opinión la parte más espectacular, una zona en forma de herradura donde el agua cae en mayor cantidad y con más fuerza. Conviene ir a primera hora de la mañana, bajarse del tren y caminar hasta ella sin entretenerse, para llegar cuando aún hay poca gente. Las fotos del camino pueden hacerse tranquilamente a la vuelta.



El Río se precipita con violencia por un desnivel de casi cien metros. Pequeños pájaros vuelan por entre los saltos de agua y parece imposible que no sean arrastrados por ella.


Aquí se puede observar la nube de agua. Al fondo a la derecha está el ascensor y la pasarela del lado brasileño, donde había estado el día anterior. La vista es espectacular y como esta vez el viento soplaba en otra dirección todo fue más fácil.









Fijaos en lo cerca que está la pasarela del borde. El ruido del agua es atronador.


Esta otra pasarela fue arrancada en alguna riada, porque el nivel de las aguas depende mucho de las lluvias. El 2006 fue un año muy seco y en el 2008 tampoco está lloviendo demasiado, así que esperan una reducción del volumen para el 2009.


El río se divide en numerosos brazos y el agua discurre en calma sin saber lo que le espera unos pocos metros más adelante.





Les dejo un par de vídeos bastante cortitos.